Aprendiendo a clasificar, secuenciar y enumerar con material reciclado

Abstract

El presente proyecto de suficiencia profesional tiene como objetivo fortalecer las competencias matemáticas en niños de cuatro años del nivel inicial, específicamente en clasificación, secuenciación y enumeración, mediante el uso de materiales reciclados. La problemática identificada evidencia dificultades en el reconocimiento de patrones, asociación de cantidades y orden lógico, aspectos fundamentales para el desarrollo del pensamiento lógico-matemático. Frente a ello, se plantea una propuesta innovadora basada en el enfoque constructivista y en metodologías activas, utilizando juegos estructurados y material reciclado como recurso pedagógico. La implementación se desarrolla en tres fases, con actividades lúdicas y significativas que permiten a los estudiantes manipular objetos concretos, favoreciendo la comprensión de conceptos abstractos. Además de potenciar el aprendizaje matemático, se fomenta la conciencia ambiental y la participación activa de la comunidad educativa. El proyecto demuestra que el aprendizaje vivencial y el uso de materiales accesibles y sostenibles no solo mejoran el desempeño académico, sino que también fortalecen la motivación, creatividad y trabajo colaborativo de los niños. En suma, esta propuesta educativa representa una alternativa viable y replicable para la enseñanza de las matemáticas en el nivel inicial, vinculando el desarrollo cognitivo con la formación en valores ambientales.

This professional sufficiency project aims to strengthen mathematical skills in four-year-old preschool children, specifically classification, sequencing, and enumeration, through the use of recycled materials. The identified problem reveals difficulties in pattern recognition, quantity association, and logical ordering—essential components of logical-mathematical thinking. In response, an innovative proposal is presented, based on the constructivist approach and active methodologies, employing structured games and recycled materials as educational resources. The project is implemented in three phases, through playful and meaningful activities that allow students to manipulate concrete objects, enhancing their understanding of abstract concepts. Beyond improving mathematical learning, the initiative promotes environmental awareness and active participation from the educational community. The results show that experiential learning and the use of accessible, sustainable materials not only enhance academic performance but also foster children's motivation, creativity, and collaboration. In conclusion, this educational proposal represents a viable and replicable alternative for early childhood math instruction, linking cognitive development with environmental values.